¿Qué es el crochet? El crochet es una manualidad que lleva practicándose desde el siglo XIX, es relativamente fácil de aprender y ofrece una variedad casi infinita de posibilidades para crear todo lo que puedas imaginar simplemente con un ovillo y una aguja de crochet.
Orígenes del Crochet
El crochet es una manera de elaborar tejidos muy popular, y que lleva desde el año 1800 ligada a la historia.
El crochet consiste en utilizar una aguja de crochet y un hilo para crear puntos que den lugar a distintas estructuras y formas mediante distintos tipos de puntos y técnicas. En principio, el crochet se utilizaba principalmente para tejer redes.
En lugar de emplear dos agujas puntiagudas como al hacer punto, en crochet se emplea una sola aguja de crochet. Sin embargo, las agujas de crochet no son puntiagudas como las de punto, sino que cuentan con un gancho al final, por lo que el término «aguja» puede resultar un poco confuso. Estos ganchos se utilizan para enganchar el hilo y crear los puntos.
Al hacer crochet crearás puntos mucho más fuertes/ceñidos que al hacer punto, motivo por el que las piezas de crochet suelen ser más firmes/resistentes que las de punto.
Pero utilizando los puntos adecuados, también podrás crear estructuras de crochet más suaves y menos sólidas.
Por supuesto, hay muchos otros factores determinantes como el tipo de hilo, el tamaño de la aguja de crochet, los puntos empleados y el estilo personal a la hora de hacer crochet (con mayor o menor firmeza).
Este es también el motivo por el que resulta sencillo crear objetos tridimensionales como cestas, muñecos amigurumi (figuras de crochet grandes y pequeñas), y otros objetos cotidianos que mantendrán su forma gracias a la firmeza de los puntos de crochet.
¿Qué necesito para hacer Crochet?
Para empezar a hacer crochet no necesitarás gran cosa: basta con hilo y una aguja de crochet que le corresponda.
El resto de los utensilios, como tijeras y agujas de lana, no son imprescindibles para empezar y, de todas maneras, es posible que ya los tengas en casa.
Consulta el artículo «Elegir la Aguja de Crochet Correcta para Cada Tipo de Hilo» para obtener más información.
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Un Sinfín de Posibilidades
El crochet te ofrece la posibilidad de crear una variedad casi infinita de artículos, prendas, formas y objetos cotidianos, no solo gracias a patrones ya creados sino, con el tiempo, en base a tus propias ideas.
Si crees que el crochet se utiliza solamente para hacer prendas de vestir, ¡te equivocas! (un vistazo al contenido de esta página debería darte una idea de las distintas posibilidades).
No solo podrás hacer sombreros, ponchos, pantalones, chaquetas y suéters, sino también todo tipo de accesorios. Ya sean bolsos, pendientes, pulseras, diademas, anillos, collares y mucho más.
Pero además de las opciones obvias como joyas y prendas de vestir, el crochet también te permite crear una gran variedad de artículos cotidianos. Ya sean marcalibros, soportes para ollas, posavasos, estuches, fundas para portátiles, portalápices, cajas, cestas…
¡Y no olvidemos los Amigurumi! Se trata de crear figuras y muñecos, plantas, alimentos…cualquier cosa que no tenga una función propia, ¡pero que sea monísima!
Tejer amigurumi te proporciona un sinfín de posibilidades que no siempre tienen por qué tener un uso práctico. Puedes tejer animales, monstruos, objetos, personajes de cómic y de películas en distintos tamaños, colores y formas.
Estos son algunos ejemplos de Amigurumis:
Tu aguja de crochet y tu hilo serán, por así decirlo, el pincel y el lienzo de un artista, lo que te permitirá dejar volar tu imaginación.
Aprender a hacer crochet te proporcionará un sinfín de posibilidades para expresarte de manera creativa, y no solo para crear sombreros y bufandas.
Diviértete y disfruta aprendiendo a hacer crochet, ¡no te arrepentirás!